Los misiles «sociales»

La verdad víctima de la guerra en Ucrania

Dos guerras están en pleno desarrollo. La verdadera ocurre entre Rusia y Ucrania (OTAN, USA y Unión Europea mediante). La de los bulos tiene como escenarios a los medios de comunicación y a las redes sociales. La primera nunca debió ocurrir y es responsabilidad de los poderes imperiales. La segunda tiene millones de involucrados que halan el gatillo de sus teléfonos móviles. Tras la avalancha de fake news están los todólogos, pinochos de oficio, cazadores de likes y guerrilleros de la desinformación. Ellos, con o sin mala fe, pro rusos o pro ucranianos, se prestan a magnificar los horrores y dolores del campo de batalla.

Por estos días, más de un ciudadano indignado o pacifistas de última hora se manifiestan en redes sociales contra/sobre la guerra que siguen desde casa como si se tratase de un reality de Netflix. Algunos replican en sus muros noticias falsas, videos manipulados y fotografías que pertenecen a otros países o conflictos. Unos y otros parecen ignorar el papel que juegan las campañas de desinformación en el contexto de una confrontación bélica: los efectos psicológicos, la leña que se añade al fuego y los sentimientos de frustración y odio que se desatan en uno u otro bando.   

La era de las redes sociales, asumida como el orgasmo de la «información democrática y libre» nos hizo retroceder a la Ley Campoamor (1846). Entonces escribió el poeta de Las dos linternas: «…Y es que en el mundo traidor/nada es verdad ni mentira;/todo es según el color/del cristal con que se mira». Así las cosas, llegamos el 24 de febrero de 2022 al hashtag #TerceraGuerraMundial que muchos sustentan en sus muros de Facebook o Twitter con narrativas de escaso rigor histórico, irresponsables o frívolas, ignorando las dos consecuencias más graves de los acontecimientos: la paz del planeta cuelga de un tuit y estamos a las puertas de una confrontación nuclear.

Una nota de El Periódico (Una guerra de mentiras: 150 bulos en 24 horas) describe en detalles lo ocurrido a nivel mediático el mismo día en que los tanques rusos cruzaron la frontera de Ucrania. El medio español reseña el trabajo que realiza International Fact-Checking Network (IFNC, alianza de entidades dedicadas a combatir la desinformación). Los responsables de desmontar, una por una, las más de 150 mentiras con imágenes descontextualizadas, informaciones falsas sobre movimientos estratégicos de Rusia y mensajes manipulados de los principales líderes políticos del mundo.

«Desde el estallido de la guerra —denuncia El Periódico— la desinformación ha salpicado a todo el planeta y los verificadores de la IFCN han tenido que desmentir en los últimos días muchos vídeos y fotografías atribuidas falsamente al conflicto en desarrollo. Se han presentado como imágenes de actualidad ataques aéreos en Gaza (2021), misiles lanzados por Hamás contra Israel (2021), una operación turca en el norte de Siria (2020), una explosión en Beirut (2020), un entrenamiento del ejército sirio en Alepo (2019), un grupo de civiles bombardeados por un helicóptero militar en Turquía (2016), una incursión de las Fuerzas Especiales norteamericanas en la Mezquita Dorada en Irak (2004) o un ataque a Bagdad (2003)».

El objetivo es mostrar la crueldad de un bando y el heroísmo del otro (o viceversa). Para enseñarnos la crudeza de los bombardeos nos han mezclado imágenes reales y otras que se corresponden al impacto de un rayo en una central eléctrica, una serie de explosiones en un mercado de pirotecnia en México (2016) o un incendio en Chernóbil (2020). Esos videos falsos, increíblemente, han pasado de las redes sociales a las televisiones generalistas. La española Antena 3, por ejemplo, ilustró el inicio de los bombardeos rusos en Ucrania con las imágenes de unas explosiones grabadas en una zona industrial de Tianjin, China (2015).  

En opinión del periodista y antropólogo Miguel Pellicer, director de Comunicación Digital de la Universitat Oberta de Catalunya, «la desinformación sobre el conflicto en Ucrania tiene un enfoque multiplataforma: declaraciones políticas, medios gubernamentales y opinadores con amplio seguimiento online; y, posteriormente o en paralelo, campañas de viralización en redes sociales». Para Pellicer la manipulación se produce a través de múltiples factores: «La propaganda política desarrollada por cada país, así como el enorme seguimiento y cobertura que tiene el conflicto en las redes sociales. Se disemina información falsa y sin contrastar».

Los verificadores de información (IFCN, BOOM, Doğruluk Payı, Facta, Demagog, News Checker, Fact Crescendo y Maldito Bulo, entre otros) se han encargado en tiempo real de desmontar increíbles fakes news. Desde la utilización de videojuegos como Arma 3 o War Thunder para simular los bombardeos rusos sobre Ucrania, hasta las imágenes falsas que intentan construir una narrativa heroica para las víctimas de la invasión: el video de un joven soldado que regresa a casa y pide matrimonio a su novio (Reino Unido, 2012), una joven con una escopeta en un autobús (2020), las mujeres ucranianas que rezan en la nieve (2019), o el presidente Volodímir Zelenski enfundado en uniforme militar de campaña, con mensajes que exaltan su valor en la primera línea (2021).

Entre los fakes desenmascarados por Maldito Bulo está la noticia que coloca a Miss Ucrania, Anastasiia Lenna, entre los civiles que han decidido defender a su país de la invasión. La foto de la actriz y modelo ucraniana portando un arma se viralizó de forma inmediata y dio paso a la leyenda urbana: «¡Qué mujer tan valiente!», «¿Quién puede ganarnos esta guerra?», «Los rusos caerán rendidos ante tanta belleza»… Al mismo tiempo, la propia Lenna publicó en su perfil de Instagram «no soy una militar, he subido estas fotos para inspirar personas. El arma no utiliza municiones reales y es la que utilizo para practicar airsoft (juego de recreación militar con réplicas de armamentos reales)».

Ejemplos como este hicieron entender al periodista español Danilo Albin que «la guerra no se libra únicamente en las calles desiertas de una Ucrania horrorizada». Las mentiras, dice, también juegan su partido. Y para no pecar de exagerado lo ilustra con un ejemplo: «El sábado 25 de febrero el Gobierno ucraniano aseguró que un misil ruso había impactado contra un edificio residencial de Kiev. Sin embargo, datos de geolocalización verificados por distintos expertos apuntan a que se trataría de un misil de defensa aérea ucraniano S-300». Sobre el mismo hecho, Elliot Highins, director de Bellingcat (un colectivo verificador independiente), ha sugerido que «aún vale la pena mantener la mente abierta sobre qué munición fue responsable».

La trasmisión de la guerra en tiempo real se carga la verdad en numerosos medios. No todos se lo toman con la seriedad de la cadena internacional alemana Deutsche Welle que asegura pasar por lupa y contrastar sus contenidos. Una nota titulada DW verifica: estos cincos videos de la guerra de Ucrania son falsos alerta sobre una peligrosa práctica mediática: «Las imágenes del ataque ruso a Ucrania no dejan indiferentes a quienes revisan noticias en las redes sociales. Sin embargo, es importante aproximarse a las informaciones con precaución, pues mucho de lo que se comparte no tiene relación con el conflicto. Hay varios videos que circulan que no tienen absolutamente nada que ver con Ucrania o incluso ni siquiera son reales».

La guerra ya es en sí misma cruel y cruda. ¿Para qué aderezarla con bulos globales? Es preocupante cómo políticos, analistas y comunicadores se dejan colar determinadas noticias, videos y fotos sin antes estar seguros de que postean u opinan sobre algo real. La verificación es hoy mucho más fácil con la existencia de herramientas de búsqueda inversa. TinEye, InVID y Google Imágenes permiten una rápida comprobación de esas fotografías o videos que se viralizan sin que certifiquemos su autenticidad. Más de un conocido, por ejemplo, replicó el impactante video de «diez aviones de combate rusos que sobrevuelan Ucrania» en perfecta formación triangular. Los cazas eran reales, pero la maniobra se corresponde con un desfile militar en Rusia (2020).

La guerra no debería existir con o sin fake news. La invasión de Rusia a Ucrania como única solución a la crisis es condenable. El expansionismo de la OTAN y el servilismo de la Unión Europea a los intereses de los Estados Unidos son repudiables. El neofascismo en Ucrania debe frenarse. La paz, para que sea verdadera, debe desearse por igual para todas las naciones y no como un juego de adolescentes que giran la botella de la suerte. Ya lo explicó Silvio Rodríguez a ciertos aguerridos combatientes de las redes sociales: «Abajo la supremacía a través de la violencia, venga de donde venga. Pero abajo también la hipocresía de quejarse de la violencia de unos y nunca abrir la boquita cuando la ejercen los que más la ejercen». El oportunismo es tan dañino como los bulos.


Cuando la fake news eres tu / El Independiente

Dina Bousselham es una politóloga marroquí residente en España, militante de Podemos y directora del periódico en línea La Última Hora!.

SUSCRÍBETE A MOJITO NEWS

TRASTIENDA.SHOP EN LA GUERRA COMO EN LA PAZ

7 comentarios en “Los misiles «sociales»

  1. Buenisimo

    El mié., 2 mar. 2022 12:29, Mojito News escribió:

    > Félix López posted: » La verdad víctima de la guerra en Ucrania Dos > guerras están en pleno desarrollo. La verdadera ocurre entre Rusia y > Ucrania (OTAN, USA y Unión Europea mediante). La de mentira tiene como > escenarios a los medios de comunicación y a las redes sociales. L» >

    Me gusta

  2. Pingback: Facebook, la novísima Caja de Pandora | Mojito News

  3. Pingback: Del diario de Ana Frank a la guerra en TikTok | Mojito News

  4. Pingback: La torre que me sostiene | Mojito News

Replica a Manuel pacheco Cancelar la respuesta